Definitivamente, menos es más
Los embragues para Fórmula 1 se fabrican a mano y constan de hasta 20 piezas sueltas. El diseño ligero y estilizado de los vehículos exige que el resto de componentes también lo sea, y el embrague no es una excepción. El resultado es un embrague con una longitud inferior a la de un bolígrafo y un peso de solo 1.200 g. Eso equivale aproximadamente a una décima parte del peso de un embrague convencional montado en un coche compacto. Para la transmisión de fuerza se utilizan solo cuatro discos de fricción de 97 mm de diámetro. Se usan materiales extremadamente ligeros (titanio y fibra de carbono) para reducir el peso al máximo. Se utilizan aleaciones de alta resistencia aptas para la industria aeroespacial para maximizar la rigidez del cárter de titanio, esencial para conseguir un volumen de inyección preciso.