
Contribución de Frédéric Couturier
Creado en marzo de 2025
3 minutos de lectura
¿Cómo funciona el ISA?

Desde julio de 2022, según la nueva normativa adoptada por la Comisión Europea, el sistema de Adaptación Inteligente de la Velocidad (ISA) es obligatorio en todos los nuevos modelos de vehículos (turismos, vehículos pesados y vehículos comerciales) vendidos en la UE. Este sistema es extremamente eficaz, ya que su función es influir en la velocidad del vehículo si supera el límite de velocidad en carretera.

El sistema puede limitar directamente las "prestaciones" del coche equipado con él si supera el límite de velocidad de la carretera por la que circula.
Para conocer el límite de velocidad real, el ISA recogerá la información necesaria directamente de una cámara que lee las señales de tráfico y de un sistema de geolocalización permanentemente activado y conectado al servicio de mapas.
En los modelos sin sistema de navegación, la geolocalización se realizará mediante una tarjeta SIM y su baliza GPS para el sistema de llamada de emergencia eCall, obligatorio en todos los nuevos modelos de vehículos desde marzo de 2018.
¿El fin del exceso de velocidad?

Generalización del ISA en dos etapas
El ISA se implanta en los vehículos en dos fases. Desde julio de 2022, el ISA cubre todos los modelos de vehículos nuevos vendidos en Europa. Todos están equipados con el sistema.
Desde el año 2024, todos los vehículos que salen de la cadena de producción tienen que estar equipados con este sistema, incluso los modelos comercializados antes de julio de 2022.
¿Acabará este sistema con el exceso de velocidad en las carreteras?
Al menos, ese es el objetivo del ISA.
Una vez activado el sistema, el ISA puede controlar la deceleración gradual del coche reduciendo la potencia disponible o "endureciendo" el recorrido del pedal del acelerador si el conductor circula a una velocidad superior a la prevista para un entorno determinado. Al mismo tiempo, si se supera la velocidad autorizada, una señal visual y sonora alertará al conductor.

Tenga en cuenta que el sistema estará activo cada vez que se ponga en marcha el vehículo. Funcionará como un sistema de asistencia, y podrá ser desactivado por el conductor cada vez que se ponga en marcha el vehículo. De este modo, el conductor siempre conserva el control del vehículo y siempre puede "forzar" al coche a acelerar.
Así, incluso con el ISA activado, el exceso de velocidad seguirá siendo posible, pero la tarea será menos evidente. Otra solución es desactivarlo, pero ya podemos imaginar los problemas con las compañías de seguros: en caso de accidente, por ejemplo, podrían considerar este comportamiento como un factor agravante.
Consecuencias para la seguridad vial

¿Los limitadores de velocidad obligatorios reducirán el número de accidentes relacionados con la velocidad?
De eso se trata. Los expertos estiman que el ISA podría reducir los accidentes en un 30% y las víctimas mortales en un 20%. Sin embargo, el conductor conserva el control del vehículo y puede desactivar el limitador. Por eso, para reducir el riesgo de accidentes, también es importante adoptar posturas correctas en la carretera. Por ejemplo, reducir la velocidad, respetar los semáforos en rojo y apagar el teléfono.
Acerca del experto

Frédéric Couturier
Frédéric es jefe de producto de frenado y embrague en ZF Aftermarket Francia.
"El frenado está más que nunca en el corazón de los vehículos eléctricos y es todo un reto".