Como conexión entre el motor y la caja de cambios, el embrague es el responsable de transferir el par del motor a la carretera. La vida útil de esta pieza de desgaste depende de distintos factores; entre otros, la forma de cambiar de marchas por parte del conductor. Un embrague desgastado o defectuoso no se puede reparar, sino que debe sustituirse en un taller especializado.
Consejo para talleres de SACHS:
Cambio del embrague: esto es lo que hay que tener en cuenta.
¡Nota!:
Nuestros consejos prácticos solo proporcionan una descripción general. Este documento proporciona solamente una visión general. ¡Siga las instrucciones de montaje y las instrucciones de servicio suministradas por el fabricante del vehículo y las instrucciones de advertencia y seguridad contenidas allí! Todo el trabajo debe ser realizado por un profesional capacitado. Las imágenes utilizadas y el procedimiento descrito en nuestros consejos prácticos son ejemplos y pueden variar según el fabricante del vehículo y el diseño del eje.
Instalación de un nuevo embrague
El cambio del embrague de una caja de cambios manual de manera tan experta que las marchas se puedan engranar perfectamente de nuevo es mera rutina para un técnico automotriz o un mecánico.
Sin embargo, como lo demuestran los análisis de los fabricantes de algunos embragues que han sido objeto de queja, existen excepciones en algunos casos. En estos casos, las características de los daños demuestran que, si se observaran solo algunas instrucciones decisivas durante la sustitución de embragues, se podría ahorrar mucho tiempo y costes, y evitar la insatisfacción de los clientes.


Limpie todas las piezas al sustituir el embrague
Antes de montar un embrague nuevo, debe limpiar el interior de la campana de embrague y todos los componentes del sistema de accionamiento del embrague, como la horquilla de desembrague, el casquillo de guía para el cojinete de desembrague y el eje de accionamiento, incluido el estriado múltiple. Esta es la única forma de identificar señales potenciales de desgaste en estas piezas que afectan negativamente al comportamiento de desembrague del nuevo embrague. Si se detectan tales señales, los componentes descritos también deben ser sustituidos.


No olvide realizar una prueba de excentricidad axial
Los repuestos de fabricantes de productos registrados se fabrican cuidadosamente, de acuerdo con las normas de producción del nivel técnico actual. Sin embargo, particularmente los componentes de precisión, como los embragues, pueden resultar dañados debido al manejo incorrecto durante el transporte hasta el taller. El estado del embalaje es un primer indicio.
Por consiguiente, debe realizarse una prueba de excentricidad axial del disco de embrague antes de sustituir un embrague, incluso aunque no se sugiera en el plan de asistencia técnica. Dado que el accionamiento del embrague es un proceso muy preciso, la excentricidad axial del forro no debe estar muy por encima de 0,5 milímetros. En caso contrario, el cambio de marchas es muy difícil o completamente imposible.


Centrado preciso del disco de embrague
Un centrado preciso del disco de embrague antes de que el plato de presión lo presione facilita en gran medida el montaje de la caja de cambios. Se minimiza también el riesgo de daños en el cubo estriado.
La tolerancia entre el eje de accionamiento y el cubo estriado es de solo unas pocas centésimas de milímetro. Incluso una deformación mínima durante la inserción del eje de accionamiento reduce la movilidad que se requiere posteriormente para el desembrague.
Mantener limpios los forros del embrague
Antes del montaje, incluso los cubos estriados con revestimiento especial deben engrasarse con una ligera capa de grasa SACHS de alto rendimiento. Se aseguran así las funciones principales del embrague. Los cepillos o cepillos de dientes, por ejemplo, son herramientas adecuadas para esta tarea. Para evitar sacudidas del embrague, se debe retirar siempre el exceso de lubricante y los forros del embrague se deben mantener perfectamente limpios. Por esta razón, se recomienda limpiar también las superficies de fricción del volante de inercia y el plato de presión.
Como en muchos otros ámbitos, lo mismo se aplica para el cambio del embrague: emplear un poco más de tiempo al principio da sus buenos frutos al final.

